Desde niños se nos viene insistiendo en la importancia de mantener una buena higiene bucal; es decir, mantener la boca limpia y libre de enfermedades. Esto incluye el cuidado de los dientes, las encías y toda la cavidad oral. Una buena higiene bucal no solo previene problemas como caries y enfermedad periodontal, sino que también influye en la salud general del cuerpo, ya que está vinculada a enfermedades cardíacas y a la diabetes.
Establecer unas buenas pautas de higiene bucal nos ayudará a prevenir enfermedades y a mejorar nuestra salud general. Entre los beneficios que aporta están:
- Prevención de caries y periodontitis: Las caries se desarrollan debido a la acumulación de placa, de bacterias. Si no se elimina, la placa puede endurecerse y convertirse en sarro, lo que lleva a la gingivitis (inflamación de las encías) y, si no se trata, a la periodontitis, una forma más grave de enfermedad de las encías.
- Mejora de la salud general: Las bacterias orales pueden entrar en el torrente sanguíneo y afectar otros órganos. Algunos estudios han vinculado la enfermedad periodontal con enfermedades cardiovasculares o diabetes.
- Evitar el mal aliento: La acumulación de alimentos y bacterias puede causar mal aliento. Mantener una buena higiene bucal ayuda a mantener un aliento fresco.
- Estética y funcionalidad: Dientes sanos son esenciales para masticar y hablar adecuadamente. Además, una sonrisa saludable aumenta la autoestima y la confianza.
Pauta para una buena higiene bucal
1. Cepillado de dientes
Al menos dos veces al día, por la mañana y antes de acostarte, durante dos minutos como mínimo. Técnica: Usa un cepillo de cerdas suaves y pasta dental con flúor. Coloca el cepillo en un ángulo de 45 grados hacia la línea de las encías y realiza movimientos cortos y suaves de adelante hacia atrás. Cepilla todas las superficies de los dientes: externa, interna y las superficies de masticación. Recuerda cambiar el cepillo cada 3–4 meses.
2. Hilo dental
Al menos una vez al día. Técnica: Usa unos 45 cm de hilo dental, enrolla la mayoría alrededor de cada dedo medio, dejando unos 5 cm para trabajar. Guía el hilo entre tus dientes usando un movimiento de frotación suave. No empujes el hilo contra las encías. Cuando el hilo llegue a la línea de las encías, curva en forma de “C” contra un diente, desliza suavemente en el espacio entre la encía y el diente. Repite para cada diente.
3. Enjuague bucal
Una vez al día, preferentemente por la noche. Uso: Utiliza un enjuague bucal antiséptico para eliminar las bacterias que el cepillado y el hilo dental pueden haber dejado.
4. Limpieza de la lengua
Una vez al día. Método: Usa un raspador de lengua o el cepillo dental para limpiar la lengua y remover las bacterias y residuos acumulados
5. Visitas al dentista
Cada seis meses para una limpieza profesional y una evaluación de la salud bucal.
6. Dieta saludable
Reducción de azúcares: Limita el consumo de alimentos y bebidas azucaradas, ya que el azúcar favorece la formación de caries.
Alimentos saludables: Come frutas, verduras y productos lácteos para obtener los nutrientes necesarios para la salud dental. Los alimentos fibrosos ayudan a limpiar los dientes y estimulan la producción de saliva.
7. No fumar
Porque afecta negativamente la salud de las encías y los dientes, y aumenta el riesgo de cáncer oral.
Mantener estos hábitos diarios puede parecer un esfuerzo, pero el beneficio a largo plazo para la salud dental y general es inestimable.